25/2/16

Chimichangas para todos

Poster Deadpool

Dir.: Tim Miller
Int.: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Ed Skrein, T.J. Miller, Gina Carano, Brianna Hildebrand, Stefan Kapicic
¿De qué va?: Wade Wilson es un ex-operativo de las fuerzas especiales reconvertido a mercenario que es sometido a un cruel experimento que le proporciona poderes de curación rápida… pero también le deja el cuerpo hecho un cristo. Es entonces cuando Wade asume la identidad de Deadpool para intentar dar caza al hombre que casi destruye su vida armado con dos pistolas, dos sables y su retorcido sentido del humor.

Reseña: Muchos augurios señalaban el 2016 como el año en el que el cine de superhéroes implosionaría, pues la estrategia de Marvel, Fox y DC de sacar su artillería pesada en un breve espacio de tiempo podría provocar el hartazgo definitivo del público. Ante este panorama, nadie apostaba por Deadpool, una película que parecía una de esas concesiones a un pequeño grupo de fans muy ruidoso que no consiguen arrastrar al resto del público a las salas. Sin embargo, la película del superhéroe más irreverente de Marvel se ha saldado con un tremendo éxito que podría suponer todo un ‘game change’ en Hollywood, provocando que los grandes estudios den más cancha a producciones restringidas a menores de edad, algo que les ha costado entender pese a que los indicios estaban en la pequeña pantalla, y hasta en su misma casa: Daredevil y Jessica Jones dan fe de ello.

Deadpool3

Por primera vez, los fans no deberían reprochar que Marvel no posea los derechos cinematográficos de algunos de sus personajes, pues hubiera sido bastante difícil, por no decir imposible, que Deadpool fuese una realidad de tal forma. Una película en la que su protagonista está constantemente rompiendo la cuarta pared, que no para de hacer chistes guarros, que no deja títere con cabeza, y que no hace más que parodiar y mearse en  el cine de superhéroes, no encajaría con el interconectado Universo Cinematográfico Marveliano. Tampoco tiene por qué. A Deadpool le sienta genial ir por libre y su naturaleza meta, de tal forma que puede gustar incluso a los que repudian el cine de superhéroes, al tiempo que se mantiene, esta vez sí, fidedigno a la esencia del cómic, y sin reparar en chistes sobre su denostada aparición en X-Men Orígenes: Lobezno, demostrando que lo mejor para reinventarse es empezar por reírse de uno mismo.

Deadpool1

Esto último también atañe a Ryan Reynolds, uno de los principales promotores de la película. El actor ha tenido muy mala suerte eligiendo proyectos, sobre todo en el género de superhéroes, y llevaba una racha encadenando fracasos, hasta el punto de que el descalabro de Deadpool habría supuesto el último clavo de su ataúd como estrella de Hollywood. Que la película funcione es en buena parte gracias a su esfuerzo detrás y delante de las cámaras, pues su entusiasmo al dar vida al mercenario bocazas es algo que se contagia al público, y su interpretación es, tanto en gestualidad como a nivel vocal, lo más parecido a un dibujo animado de Tex Avery desde que Jim Carrey protagonizase La Máscara, pero con muchas menos muecas y mucho más humor negro. Que sea capaz de reírse de su propia estampa con tanto desparpajo también es un gran punto a su favor.

Deadpool2

El argumento de Deadpool podría detallarse en el dorso de una servilleta; no es más que una historia de orígenes con un giro sangriento y obsceno. Sin embargo, es algo que nunca llega a molestar demasiado, gracias a un montaje que alterna entre dos líneas temporales, yendo directamente al grano, y a su humor, constante, soez, algo repetitivo a veces, pero muy, muy sorprendente. Nunca sabes por dónde va a salir, pues sus disparos trascienden el cine de superhéroes y las auto referencias para acertar de lleno a lo políticamente correcto y a la cultura popular y cinéfila de ayer y hoy. Es desagradable, pero también tiene su corazoncito, una selección musical perfecta, una resuelta dirección a cargo de Tim Miller y reivindica el trabajo de los guionista en sus escenas de crédito. También es cierto que en ocasiones las escenas de acción son embarulladas y los villanos no aportan demasiado, ni son capaces de hacer sombra al show del protagonista, quien por otra parte está reforzado por la presencia de T.J. Miller y Morena Baccarin, ambos plenamente capaces de darle la réplica. Tendremos que esperar un poco para comprobar si Deadpool ha marcado un antes y un después en el cine comercial, pero lo que está claro es que ha venido para quedarse… al menos hasta que dejemos de reírle las gracias. Mientras tanto, bienvenido sea.

7’5/10

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