14/1/15

O.C: Atrapa a un ladrón (1955)

Poster Atrapa a un ladron¿De qué va?: A pesar de que John Robie, conocido como ‘El Gato’, ha abandonado su oficio de ladrón de joyas, se convierte en el principal sospechoso de una serie de robos de piedras preciosas en los hoteles más lujosos de la Riviera francesa. Para probar su inocencia, Robie decide descubrir al verdadero ladrón, utilizando las joyas de la madre de una caprichosa heredera a la que acaba de conocer.

Reputación: A principios de 1954, Paramount Pictures propuso a Alfred Hitchcock dirigir Atrapa a un ladrón, una historia ligera y sofisticada cuya acción transcurría exclusivamente en la Cosa Azul Francesa. A Hitchcock le entusiasmaba la idea de viajar y combinar trabajo con placer, así que aceptó. Asimismo, podía volver a colaborar con el guionista John Michael Hayes (La ventana indiscreta) y con dos de sus actores fetiche, Grace Kelly y Cary Grant. Este último había anunciado su retirada del cine dos años antes debido a que consideraba que el auge de los actores de método como Marlon Brando hacía que ningún productor se fijara en él, además de estar enfadado por la caza de brujas llevada a cabo en Hollywood por el senador McCarthy. Después de este rodaje, volvió a trabajar durante 11 años más. El famoso y habitual cameo de Hitchock se produce  a los 9 minutos de comenzar la película, siendo un pasajero que está sentado junto a Cary Grant en un autobús. El filme fue nominado a 3 Oscars: mejor dirección artística, vestuario y fotografía en color, ganando este último. En 1982, Grace Kelly murió en un accidente automovilístico, presuntamente en la misma carretera en la que se filmó la escena en la que conduce un coche de manera temeraria.

Atrapa a un ladrón

Comentario: Toda producción que lleve el sello de Hitchcock cuenta con unos mínimos de calidad más que aceptables. Pocos cineastas como él han sido tan astutos a la hora de manejar el suspense, componer una escena y dirigir con precisión a sus actores. Dicho esto, Atrapa a un ladrón se puede considerar como sus vacaciones pagadas en la costa pija de Francia, y es que con una historia tan ligerita como ésta poco se puede hacer más allá de una gran planificación y de jugar con los dobles sentidos (el picnic, los fuegos artificiales…). De primeras, la trama tiene gracia e intriga, pero conforme pasan los minutos va perdiendo interés, y cuando finalmente se atrapa al ladrón a uno le importa su identidad más bien poco. Al menos, Grant y Kelly derrochan glamour y sofisticación bañados por la luz del mar mediterráneo.

Próximo visionado: Viridiana (1961)

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